En Europa desde abril del 2009 no se podrán fabricar ni vender termómetros de mercurio.
El mercurio es un elemento tóxico, que no se degrada y dispersa, contamina el entorno.
Los restos de mercurio pueden ser peligrosos para nuestra salud. Si se tiran a la basura pueden terminar en el mar y estos hacerle daño a peces ya que se han encontrado restos de mercurio en poblaciones de peces en zonas del Mediterráneo
¿Es peligroso el mercurio que se libera al romperse un termómetro?
La cantidad de mercurio que hay en los termómetros es muy pequeña. Además, este elemento se presenta en su forma menos tóxica, pero aún así no se puede desdeñar el riesgo.
- Ingestión: no se presentarán síntomas específicos. Hay que extremar las precauciones con los niños y animales, que pesan menos. Si sospecha, llévelos al médico (o al veterinario)
- Inhalación: inhalar mercurio puede irritar las vías respiratorias. En ese caso, la reacción es inmediata. Ventile bien la habitación donde se haya roto.
- Contacto: si se toca, el mercurio podría penetrar en alguna herida y provocar reacciones alérgicas o infecciones, con posibles complicaciones. Si sucede, deberá consultar a un médico.
¿Qué hacer si se rompe el termómetro de mercurio?
- Evite tocar el metal. Use guantes (que luego deberá tirar).
- Abra las ventanas de la pieza y baje la temperatura de la calefacción.
- No use aspirador ni escoba: las bolitas se romperían en otras más pequeñas.
- Recoja el mercurio con un papel o cinta adhesiva.
- Evite usar productos de limpieza, en especial si tienen amoniaco, pues podrían desprenderse compuestos tóxicos.
- No lo eche por el desagüe ni lo tire a la basura: métalo en un recipiente que no sea metálico con tapa. Y de ahí, al punto de recogida de residuos especiales